Debo confesar que…

No me gusta manejar, de hecho casi no sé hacerlo; las calles, los autos, la gente me estresan, pero sí podré llevarte de emergencia al hospital o alguna noche calma de regreso a nuestro hogar. No me gusta bailar, no sé cómo hacerlo y parecer normal, pero después de rogarme un ratito, bailaría contigo una […]

Continue reading…