Contradicciones – Cuento

Su mirada perdida mientras come con cuchara un arroz casi frió, mientras recuerda vivamente ese paraje desolado, los arbustos secos por el otoño, el silencio acompañado de las brisas de un viento helado y a lo lejos: nada.

Él tiene bien claro que hay dos cosas que mueven a un hombre en la vida: el sexo y el dinero. Las mujeres no son distintas a los hombres, a ellas las mueve en la vida el amor y el trabajo, ¿acaso no es lo mismo digo yo?, es un juego de semántica para algunos, un tema de principio para otros, pero el origen de ambos son lo mismo, la justificación: el equilibrio.

Algunas piensan que ya no vale hoy como antes el amor, que hoy el sexo esta “más a la mano”, cosa más falsa, salvo que se refiera a la mano de uno mismo, esa mano incondicional que siempre te acompaña en las noches de soledad, ahí si, el sexo esta a la mano.

Pero no es cierto, de que amor puede hablar uno si hace dos o tres generaciones nada más nuestras mujeres eran raptadas a sus dieciséis años por hombres mayores para casarse y convertirlas en madres y amas de casa, ¿Cuánto amor hay en esos actos? En el fondo, ella sabe que el amor esta sobre valorado. Las mujeres en general buscan un hombre  bueno y en el fondo desean uno malo, inquietante y cruda contradicción.

Él sabe que de mucho no le sirve ser inteligente, culto y caballeroso, pues su mujer cuando despierta o libera el instinto natural en ella necesita al hombre rudo, al troglodita, al que caza y provee, al irrespetuoso macho dominante, a ese con el que le saca la vuelta con la suficiente sutileza para que no te enteres, o aquel otro con el que silenciosamente fantasea… ¿Qué no? ¿No es acaso tu corteza frontal negando esta afirmación?, pregúntate mujer si acaso no estas opacando  los gritos de tu cerebro subconsciente que dice “si si si” mientras se ríe cual niño descubierto.

Ella desea lo socialmente correcto, cuando en el fondo fantasea con lo socialmente inmoral, y uno se pasa la vida preguntándose ¿Cómo tratar con esto?, es complicado, salvo que tengas la habilidad de desarrollar una especie de “Dr Jekyll and Mr Hyde”, y saber en que preciso ínstate tomar la pócima y dejar de ser un caballero y convertirte en un troglodita.

Y aun teniendo esta habilidad, aun siendo el “Dr Jekyll and Mr Hyde” del cortejo, el problema a enfrentar es como llegar a ella la primera vez, si como el caballero o con su alter ego… y es que hay tantas variables que controlar, su faceta emocional, su pasado inmediato, sus pretensiones y represiones entre otros factores que deberán cuantificarse en porcentajes y hacer una serie de validaciones para obtener un resultado…  ¡BAH! Que complicado.

Él lo sabe, ella lo sabe y de alguna u otra forma lo dejamos al azar, es más sencillo, sutil y aceptado. Al final siempre podrá decir: yo no sabia, no es el mismo que conocí, o alguna que otra frase trillada que podrás encontrar en el libro “justificaciones innecesarias para terminar una relación”.

Cuando se conocieron fue todo tan repentino y real que puesto es perspectiva con su monótona forma de vida era más como una ilusión. No era difícil imaginarla a ella tras la puerta de su casa pasada la media noche suspirando y en la mañana de alguna u otra forma confesando a su mejor amiga un irreprochable “no se porque lo hice”. Encuentros van, encuentros vienen, y ahí esta él, con la mirada perdida, recordando ese solitario paraje, sin entender bien como llego ahí, quizás intentando descifrar que lo movía esta vez. Si fue el sexo o el dinero, si fueron ambos, o probablemente su inútil búsqueda de que fuera por amor o por trabajo, pero allí, rodeado de nada, a cientos de kilómetros lejos de lo que conoce, se dio cuenta de que simplemente huía de un amor imaginario, de una fantasía.

  5Comments

  1. Josefina   •  

    Me gusta como exhibes las emociones sin tapujos, desde los dos puntos de vista (hombre – mujer).
    Excelente.

  2. Arely Calderon   •  

    La cruda realidad vertida en esta nota/cuento, excelente.

  3. Edwar   •  

    el misterio del chico bueno y del chico malo, revelado en unos párrafos… y la respuesta plasmada en una sola frase: «Ella desea lo socialmente correcto, cuando en el fondo fantasea con lo socialmente inmoral, y uno se pasa la vida preguntándose ¿Cómo tratar con esto?»… Genial Morgan… realmente genial!!!!

  4. laura h   •  

    Hmmmm…te pierdes en los tiempos, por andar en reflexiones. El lector atento se pierde tambien.
    Es un cuento o no?
    Seria bueno que lo definieras, porque no hay puedes poner definicion si no hay un inicio claro…en fin.

    Los parrafos por separado, son rescatables.

    Besos,

    Tu fan Numero 1!!

    Claudio Raa Raaa

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