Lecciones para ser infeliz

Disfruta hoy porque este día será el último que vivas así, mañana, al despertar ve y no mires la maravilla que te rodea durante el viaje a tu trabajo o estudio. Piensa tan sólo en el regreso.   A quien te hable, míralo frió con desden sin responder. Finalmente, a la mujer/hombre que se acerque con voz dulce, dile con gestos de desprecio que su contacto es tosco o inapropiado, y dale la espalda.

 

Cuando regreses no recuerdes nada. A quienes te pregunten por tu día dales la espalda, pero antes haz un gesto despectivo. A la mujer/hombre que aguardó tu vuelta dile que has olvidado su nombre, que en la distancia sólo pesabas en ti mismo y que el tiempo se ha encargado de aniquilar uno a uno los recuerdos, no veas a nadie ni nada, procura transitar por las calles enfocado en tu caminar.

 

Una vez en tu casa, solo y en la penumbra del cuarto más pequeño, cierra bien la puerta y las ventanas, apaga todas las luces menos una pequeña vela. Siéntate en el suelo y niégate a soñar mientras pierdes la mirada en las tinieblas de una esquina, y si un pensamiento agradable aparece, condúcelo hasta la llama de la vela y disfruta ver como se quema.

 

Entonces llegará la noche y, desde la calle los amigos (si tienes) te llamarán asustados. Ignóralos. Y cuando sea la/el dulce amante, que superando el dolor y el daño, te llame, concentra toda tu atención en la vela y sus sombras raras sobre las paredes y sigue guardando silencio.

 

Tras el paso del tiempo, y una vez que todos te han abandonado, sal a hurtadillas y siéntate al amanecer en medio de la calle. Comprobarás, durante el transcurso del día y hasta que la noche llegue, que todos te ignoran, y en sus ojos notarás la mirada de quien te desprecia. Por fin, el silencio será tu única compañía y la soledad tu fiel amante. Así alcanzarás el más infeliz de los egoísmos.

  1 Comentario

  1. Miguel Angel Vásquez Rodríguez   •  

    Bonito el post, pero creo que la cosa vá mucho más allá. No en todos los casos la soledad es mala compañera. No estoy seguro de que el egoismo sea tan malo después de todo. Sí concuerdo en el hecho de que no se debe despreciar a otros, por lo menos no manifiesta y visiblemente, finalmente nadie sabe lo de nadie, pero sí hay casos en que la gente se ha ganado su propia condición. Alguna vez me preguntaron porqué quiero a mis perros más que a mucha gente que me rodea. La diferencia es que los perros están donde están porque nunca tuvieron otra alternativa. Es mi deber cuidarlos y protegerlos (por lo menos los que estén a mi alcance), las personas siempre tenemos la elección. Todos de alguna u otra manera podemos elegir, e incluso podemos equivocarnos y luego elegir y corregir. Me parece imperdonable (y despreciable por tanto) que haya tanta gente que persista en el error y luego se queje de ello.

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